EUROPA
PRESS
10 junio
2019
Una
elevada exposición a la luz azul provoca un mayor envejecimiento y pigmentación
de la piel
En dermatología se utiliza la luz azul
como una herramienta terapéutica, no obstante, una exposición abusiva a la
misma puede provocar daños cutáneos por estrés oxidativo y modificaciones en el
estado hídrico de la piel, lo que puede provocar un mayor envejecimiento y
pigmentación, según ha explicado José Aguilera, doctor en biología y académico
de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).
Además, una elevada exposición a este espectro activa los
melanocitos, lo que incrementa la melanina cutánea. Además, afecta a la barrera
cutánea, ya que la exposición a esta radiación altera la síntesis de algunas
proteínas.
Hasta un 30 por ciento de la radiación que el sol emite
entre las nueve de la mañana y las ocho de la tarde es luz azul, pero este
porcentaje no supone ningún riesgo para la salud de la piel. No obstante, hay
que prestar atención a otras fuentes como las luces LED y las pantallas de los
dispositivos electrónicos. Así, un estudio ha concluido que se necesitarían
pasar aproximadamente 48 horas seguidas de exposición a luz azul para generar
una dosis que afecte a la piel.
En este sentido, el doctor ha explicado que "un 37 por
ciento de la radiación de un fluorescente pequeño es luz azul, las luces LED
blancas emiten un 35 por ciento de luz azul, el porcentaje de esta luz emitida
por la pantalla del móvil, de una tablet o de una televisión asciende al 40 por
ciento". De este modo, la exposición a esta radiación se da tanto en el
exterior como el interior de los edificios. Asimismo, ha señalado que las
cremas fotoprotectoras no protegen de esta radiación, "solo aquellas con
algo de color absorben hasta un 20 por ciento de esa luz".
Las personas que pueden ser más vulnerables a sufrir una
hiperpigmentación por luz azul son aquellas que presentan un fototipo alto, ya
que sus células tienden a producir más melanina; las mujeres embarazadas, y las
personas que se someten a procedimientos de 'peeling' o procedimientos de
'resurfacing' en la cara, ya que su piel está más sensible.
"Como dermatólogo no diría que es una alerta roja, pero
sí aconsejaría moderar el uso de las pantallas, aunque no tengan efectos tan
negativos como la luz ultravioleta, porque seguramente estaremos haciendo un
bien para la salud general, sobre todo la psicológica o la social, estar todo
el día delante de una pantalla ajeno a la realidad de tu alrededor no es la
mejor opción para el ser humano", ha concluido el doctor Rubén del Río,
miembro de la AEDV.